A día de hoy, el 86% de la energía y el 96% de los químicos orgánicos que se consumen derivan de los recursos fósiles: carbón, petróleo y gas natural. Desde la revolución industrial, el crecimiento económico ha sido el principal incentivo de la mayoría de países, respaldado por los avances en la industria química. De esta forma, las preocupaciones medioambientales se relegaron a un segundo plano. La comprensión de que la contaminación producida por la industria tiene profundos efectos sobre e...
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